Si has pensado qué una máquina tragaperras para bar podría encajar perfectamente en tu establecimiento, ya que, podría resultar una buena fuente de ganancias. Si te lo has planteado, tal vez te hayan surgido dudas sobre qué necesitas para poder tenerla o qué condiciones debes de cumplir para que una empresa te alquile una de sus máquinas.
Hemos recopilado algunas de las dudas más comunes sobre cómo poner una máquina tragaperras en un bar y les hemos dado respuesta para que no quede nada por saber sobre el tema. Pero si quieres saber cómo se haría en tu caso concreto, no dudes en contactar con nosotros y te daremos no una información general, sino ya personalizada y totalmente adaptada a tu caso para que puedas tomar una decisión y comenzar a ganar dinero ya con una tragaperras en tu bar.
¿Necesito gestionar alguna licencia previa al alquiler de máquinas recreativas?
Para poder instalar una máquina tragaperra bar, la máquina debe contar con unas licencias y permisos. Pero de todo eso se encarga la empresa que gestiona el alquiler de tragaperras. Ellos se asegurarán de que la máquina haya pasado todos los controles y sea perfectamente legal. Cuando la máquina llega al establecimiento es porque cumple totalmente con las condiciones exigidas.
Esto es muy importante, porque el establecimiento puede ser multado si se descubre que la máquina no tiene permisos y estos deben de estar perfectamente visibles, normalmente en un lateral o en la parte trasera de la máquina, a disposición de cualquier inspección que acuda a comprobarlo y también, de cualquier cliente que quiera estar seguro de que se juega su dinero en una máquina con todas las garantías.
¿Escogeré yo el tipo de máquina tragaperras de bar que quiero?
Normalmente el cliente escoge el tipo de máquina que quiere para su bar, es decir, si quiere una tragaperras o prefiere una máquina recreativa. En el caso de las máquinas recreativas es habitual que se escoja el modelo que se desea porque suelen pedirse en función de las demandas de los clientes. Pero en el caso de una máquina tragaperra bar no suele haber preferencias.
Lo normal es que la empresa que se encarga del alquiler te aconseje qué tragaperras puede ir mejor para tu establecimiento. Para esta decisión pueden tenerse en cuenta factores como qué tragaperras hay en los bares cercanos y ofrecer una diferente para que la oferta sea mucho más variada.
En cuanto a las máquinas recreativas, las condiciones son diferentes que las de las tragaperras por eso sí podrían establecerse criterios para un alquiler que no tengan nada que ver con los que estamos viendo en este artículo.
¿Tengo que cumplir algún requisito previo?
La única exigencia para una maquina tragaperra bar es disponer de un enchufe para poder conectarla y de un lugar en el que pueda estar colocada que sea visible, accesible y atractivo para el cliente. Estos son requisitos que puedes cumplir fácilmente.
En muchos casos, la misma empresa se puede ocupar de recomendar cual puede ser, en función de su experiencia, el lugar más adecuado para colocar la máquina. Esto es importante porque cuanto mejor situada esté, más posibilidades hay de que los clientes jueguen y que, por tanto, haya más beneficios disponibles.
¿Me exigirán unos ingresos mensuales?
Lo más habitual, es que no se pida ningún tipo de ganancia mínima para poder mantener la máquina tragaperras. Algo importante y que se tiene que tener en cuenta, es que cuando se alquila una máquina de este tipo, es porque es necesario aumentar los ingresos, por tanto esto es el trabajo que se espera de la máquina.
Cualquier local de hostelería que disponga de un espacio adecuado puede solicitar el alquiler de una máquina tragaperras, llegar a un acuerdo para tenerla en su local y poder obtener beneficios cada vez que un cliente decida jugarse las monedas de la vuelta o el suelto de su bolsillo para probar fortuna.
¿Cómo se reparte el dinero que sale del cajetín de la máquina tragaperras?
El reparto de las ganancias es totalmente transparente. La máquina se abre en presencia del dueño del establecimiento y las cuentas se llevan a cabo en ese mismo instante. Del dinero que se obtiene, se separa lo que corresponde a impuestos y gastos, una cantidad, que ha sido previamente acordada. El resto, supone las ganancias y se reparte entre la empresa propietaria de la máquina y el dueño del local.
La forma en la que se realiza el reparto está previamente pactada y lo más habitual es que sea al cincuenta por ciento. Por tanto, el dueño del establecimiento se lleva la mitad de las ganancias, que no de la recaudación, sin haber arriesgado nada y sin tener que llevar a cabo ninguna tarea más allá de mantener la máquina enchufada en un lugar accesible.
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